EL AMOR – ¿una suerte? - Una tentativa existencial.
Conferencia dictada por el Dr. Alfried Längle en la Universidad Católica. Mendoza, 13 Septiembre de 2010.
Abstract:
El Amor es probablemente el tema más grande del ser humano y de su Dasein. Aunque es comprensible y común para nosotros lo que significa el amor, no es fácil - y hoy posiblemente más que antes –denominar lo que es en verdad el amor. Múltiples son sus rostros, inconcebible su origen, poderosa su apariencia, y grande el sufrimiento que va junto con el amor. Cotidianamente cantado y anhelado como la gran fortuna de la existencia permance diverso en el peligro de lo material, corporal, erótico, espiritual, ideológico, egoista - y debe “casarse”, a pesar de todo, o ser rodeado con todo lo que permite enrraizarlo en este mundo. La ponencia es un intento psicológico de comprender un poco más al amor: cómo nace, de qué se trata en él, cuáles condiciones tiene y cuáles características tiene. Todo eso forma accesos al amor por los cuales podemos atribuir algo a su éxito o fracaso. Porque: ¡amor no es pura suerte! Es un tema central, no sólo en la religión sino también en la vida.
Es un tema contradictorio porque las experiencias que tenemos de él son muy diferentes. Algunos lo conocen y lo ven como fortuna, felicidad, otros sufren incluso tanto que llegan al suicidio.
Hay diferentes formas: de pareja, de hijos, de padres, de hermanos, hay amor heterosexual y homosexual, hay amor en el arte, la naturaleza, amor de animales. Es un tema central del cristianismo, lo vemos en los mandamientos sobre todo en el Primer Mandamiento: amor viene del griego “Ágape” que es el amor al otro.
Hay diferentes formas de practicar y vivir el amor: hay amor platónico, a distancia, amor corporal, hay formas como el sadismo, el masoquismo. Es un tema central en el arte, la poesía, la ciencia, en la filosofía, es un gran tema de la psicología del desarrollo.
¿Cuál es la pregunta con la que yo vengo esta noche? No es fácil recibir información sobre el tema, pero la recibimos en películas, libros, religión, TV. Es un tema importante y todos tenemos experiencias con él: sean positivas, o a veces tenemos sufrimiento. Hay que preguntarse si el amor es una utopía o puede suceder realmente o se conecta más con la fantasía, deseos, algo que está en la mente pero que nunca encontramos. El amor pertenece a la idea de buscar o encontrar felicidad, pero no significa no sufrir, no es una garantía de no tener problemas, al contrario, por el amor encontramos muchas dificultades pero cuando podemos seguir con el amor nos conduce a una felicidad profunda que puede irradiar vida, que da calor a la vida, a pesar de los dolores que son conectados con el amor. Es importante para el desarrollo sano de los seres humanos. Sin amor no podemos llegar a una vida de plenitud y satisfacción, sin amor la vida no tiene sonido, poesía, no tiene un contenido para lo cual se merece vivir.
Pero esa descripción formal no es suficiente. Sin amor todo lo que sabemos, toda filosofía, toda información, todo compromiso, toda investigación, todo conocimiento, toda sabiduría, toda Fe es nada, como dijo Pablo: “Sin amor las donaciones, regalos, ayuda es nada y no sirve para nada” lo dice el cantar de los cantares: “El amor se alegra de la verdad, puede soportar todo, cree todo, espera todo, es muy humilde este amor”. Hay tres grandes palabras en este cantar de los cantares: “Fe-Esperanza-Amor” y entre los tres el amor es el más grande.
Vivir sin amor nos hace secos, verdad sin amor nos hace críticos, prudencia sin amor nos hace astutos, justicia sin amor nos hace duros, orden sin amor nos hace mezquinos, poder sin amor nos hace violentos, Fe sin amor nos hace fanáticos. El amor juega un gran rol en el pensamiento de todos los seres humanos tanto del occidente como del oriente. Para el cristianismo juega un rol central: “el rol central de la vida”.
La relación es la base del amor, relación significa algo con lo que estamos conectados sea algo o alguien, es conexión con otro, surge automáticamente cuando estamos conscientes del otro, cuando percibimos a otro o a un hecho o a un objeto. Cuando percibimos algo estamos en una relación y no lo podemos evitar. Cuando tengo un objeto, me relaciono. Esta relación es una conexión que dura, que tiene permanencia y en esa relación toda experiencia anterior está incluida, comprendida. La relación en este sentido básico, no podemos evitarla, no podemos tener una no-relación, pues es algo que se establece automáticamente, pero claramente tenemos una cierta posibilidad de entrar en una relación, de decidirse, de invertir tiempo, actividad, cercanía o dejarla ser como es. Estoy en relación con toda persona con la cual estoy por ejemplo en una sala, pero no con todas asumo esa relación.
Así la base del amor sobre la cual se realiza, es la relación: no hay amor sin relación. Esa base del amor sucede por sí de manera muy fuerte, el amor como realización de una relación tiene este aspecto que sucede automáticamente. Asumir la relación, decidirse para entrar en esa relación, implica invertir tiempo, actividad, nuestro corazón y acá está el fuego del amor. Cercanía es muy importante para el amor. La cercanía puede ser comparada con el viento, que es capaz de convertir una braza en un fuego o es capaz de apagarlo, depende del nivel de la braza. Y por eso la distancia en el amor es como este viento o aumenta la braza y produce fuego o la apaga.
La relación es la base del amor. Es con quien inevitablemente esa relación se establece, hay una decisión que puede imaginarse como una línea, en ese entrar en la relación hay un encuentro. Dos palabras básicas para el amor son: relación y encuentro
El ENCUENTRO tiene la forma de un punto, significa que el Yo mira al Tú, significa una apertura y una decisión de querer ver quién eres tú, es relación entre Yo y Tú y la avidez de querer saber más de ti y de mostrarme más a ti. En el encuentro, a través del diálogo y la mirada, uno quiere percibir algo esencial de ti e intercambiarse, es poder decir algo de cómo yo pienso y siento. Encuentro no es sólo amor, puede suceder, pero el encuentro sucede también en la vida cotidiana muchas veces sin gran afecto. Sucede en el ámbito de la relación por ej: cuando tenemos un diálogo e intercambiamos algo acerca de lo que yo siento o pienso acerca de algo. El encuentro radica en la relación. No hay encuentro sin relación, pero hay relaciones sin encuentro: uno puede tener una relación con alguien por años sin que haya encuentro. El encuentro sucede cuando uno mira en el ojo del otro. Uno se toma tiempo para que suceda el encuentro, pues no sucede automáticamente, necesito un esfuerzo, una apertura, un poco de coraje, un interés (Inter-es) para salir de sí mismo, para poder ver lo importante para el otro, en el encuentro no estoy sólo en lo importante para mí mismo, me salgo de mi mismo, es Autotrascendencia, me ubico en la relación. Los encuentros nutren relaciones, cambian relaciones, cuando las relaciones no tienen encuentro, cuando no tiene el espacio para ver lo específico de una persona, la relación no tiene nutrición y después de un tiempo la relación se debilita, se apaga porque necesitan reforzarse por encuentros.
Relación y encuentro son básicos para el amor. El amor radica en ellos.
EL AMOR PERSONAL
¿Qué vivenciamos en el amor personal? ¿Cuáles son las características?
La primera característica es que uno se enamora sólo de alguien que tiene un valor para mí, por eso cuando estamos enamorados decimos “eres mi tesoro”, pues un tesoro es un gran valor para mí. Vivenciar un valor en el otro es que puedo percibir un valor pero… ¿Cómo lo hago… lógicamente, intelectualmente, cognitivamente, emocionalmente, racionalmente? Se puede uno intentar acercar a un valor racionalmente y decir: “si la gente paga tanta plata para una cosa, tiene que tener valor”, es una deducción lógica que nos conduce a un valor pero… los valores existenciales no se pueden encontrar racionalmente, lógicamente, pues nos captan enteramente, esta totalidad está sólo cuando empleamos la emocionalidad, son valores que nos captan, que los sentimos, que vemos en el amor y la lógica está paralizada frente a esta percepción de valores. Uno puede decir que se siente captado por la percepción del valor de una imagen, de un deporte, de una idea, de una persona, uno puede decir que uno está casado y que no tiene sentimientos por otra persona, y esto quiere decir que es alguien que tiene un valor para mi vida.
Para la percepción del valor, los sentimientos son centrales, percibimos valores existenciales por la emocionalidad y la afectividad, significa que una persona se siente atraída y por ello uno quiere disminuir la distancia, acercarse, cuando uno ve un determinado valor uno siente un gustar, hay un nivel emocional, afectivo y no tiene nada que ver con la intelectualidad. Somos seres humanos que tienen un cuerpo, no sólo con una cabeza. Cuando nos gustamos sentimos que pertenecemos uno al otro, esta cercanía interior que nos dice que esta persona, animal u objeto pertenece a mí y tiene que ver conmigo, yo soy de tal manera que una determinada música me llega de una determinada manera y lo mismo sucede a otras personas con la psicología, la filosofía, me llegan de una determinada manera y lo mismo sucede en la relación con las personas, sentimos un gustar, una cercanía que me hace bien.
Valores es gustar, en la presencia de valores siento que quiero vivir, porque me hacen bien, los valores soportan la relación con la vida, en la presencia de valores siento que quiero vivir, siento que me es más fácil esa relación con la vida pues siento que la vida es mejor, que me hace bien por ejemplo cuando escucho una buena música, siento que la vida es mejor. Lo mismo sucede en la presencia de alguien que representa un valor para mí, puede ser mi padre, mi madre, mi hermano, un amigo, en su presencia el valor de la propia vida está aumentado, ésa es la presencia existencial de un valor en mi propia vida, es importante para mi decisión frente a la vida y para el carácter de la vida, para que la relación deje de ser automática. Estoy en la vida pero ésta necesita mi decisión, que yo asuma y entre en esta vida, y si nosotros la dejamos entrar, tenemos un compromiso con esta vida, si no la asumimos, no llegamos a la plenitud porque depende de nosotros no de lo que tengamos, porque podemos tener dinero, amores, sexualidad, pero si nosotros no asumimos nuestra vida no llegamos a la plenitud
Un valor es algo atrayente y si me abro a él, me enriquezco y esto me ayuda a decidirme y decir sí a la vida. Puedo abrirme a algo sentido físicamente como una comida, o algo sentido psíquicamente como el valor de una cama cuando estoy cansado o espiritualmente como una música u otra persona. Los valores reflejan el valor de la vida propia, nos sentimos tocados por un otro, por algo que no soy yo. Lo que está tocado por el valor es mi propia vida, de la cual formo parte, en la cual estoy. La vida debe sucederse en sentimientos, sin sentimientos la vida no tiene lugar.
Los sentimientos son percepciones de valores e implican estar en relación “vida sucede en relación sentida” sin relaciones no hay vida. La vida sucede, acontece en las relaciones. Sin sentimientos no hay este movimiento interior, no hay este anclaje en la vida. Este movimiento interior significa que nos conectamos a la vida que ya está en nosotros; vida es movimiento, cambio, crecimiento, maduración, está bien envejecer.
CARACTERÍSTICAS DEL AMOR PERSONAL
1. Vivencia de un Valor:
Influencia nuestra relación con la vida, por eso podemos decir que amor (significa ver un valor en otra persona) nutre nuestra relación con la vida, la hace más real, más viva.
2. El amor se trata de un acontecimiento de resonancia:
Es algo muy profundo y conmovedor. Este sentirse llamado y sentir una correspondencia con el otro. Amor no debe ni puede ser reducido a una necesidad. Claro es que tenemos necesidades de acogimieno, de sexualidad, pero Amor es mucho más porque en la base de esas necesidades hay resonancias, en el amor vivenciamos la esencia, lo que es muy central, no intercambiable, único e inalterable de ti que entra en resonancia con mi esencia propia. Aquellos que lo han vivenciado lo pueden explicar pero aquel que no lo ha vivenciado no puede describirlo, porque esa resonancia entre dos esencias personales es indescriptible: descubre mi esencia y la tuya, descubre tu resonancia y descubre mi resonancia. La resonancia es como las cuerdas de dos guitarras que tienen la misma tensión, entonces cuando hago sonar las cuerdas de una comienzan a vibrar las cuerdas de la otra y esto es algo mítico ¿Cómo puede suceder eso? Claro, a nivel físico podemos explicarlo, porque al hacer vibrar una ésta lleva la energía a la otra y al tener ambas la misma tensión suenan y vibran al unísono, ése es el misterio del amor, es como dos cuerdas con la misma tensión que se tocan y yo no sé quién tiene la misma tensión que yo, y así puede suceder sin quererlo que una cuerda vibre por la vibración de la otra, porque se trata de dos esencias que se encuentran, que se conmueven, un Yo con un Tú con la misma tensión que se mueven; esa resonancia nos conduce a experiencias inesperadas.
Carl Jaspers, dice que la mujer se embellece con los años, pero solamente el amante lo ve. El filósofo Max Scheler dice que en el amor vemos el valor máximo en el otro, vemos el valor que ya está y la potencialidad de un valor que posiblemente está en el otro, que puede ser aumentada, despertada por mi presencia. Para Scheler, amor es percepción del valor máximo que está en el otro y por eso un ser que ama a otro ve además la potencialidad de valor que está en esa persona y que puede desarrollarse. El amante tiene la sensación de que sólo por mi presencia puedo contribuir a la aumentar el valor máximo del otro, “es conmigo que te va mejor”. Esto se ve en los amantes o en el de padre-hijo: acá vemos que el padre a través de su amor contribuye a desarrollar potencialidades en el hijo y esto es muy importante; también se da en el amor de pareja. En el amor somos fenomenológicos, percibimos esencia y ella corresponde a la propia esencia y percibimos que podemos ser útiles, de ayuda para el otro.
“Amar significa ver el ser humano tal como Dios lo creó” como el otro es por su esencia, por su naturaleza, tal como Dios lo creó. Es un acto muy profundo, muy íntimo, una percepción de uno. Es la CARACTERÍSTICAS DEL AMOR PERSONAL. resonancia de dos esencias: alguien, otro con sus características, capacidades, me afecta y siento en mí la capacidad de desarrollar algo más en el otro y así llegar a una plenitud, poder estar más cerca de lo esencial de la vida: porque puedo ver al otro tal como Dios lo creó.
3. Libertad y su realización en una actitud:
En la vivencia del amor está esta noción que se puede formular como “es bueno para mí que tú existas”, “me hace feliz que tú existas” eso significa amar y me da mucho y el otro que me quiere también vivencia una alegría porque yo existo y vivenciar una alegría significa que yo quiero estar junto con el otro, esa alegría da vida: es bueno para mí que tú existas, y esto conlleva a una actitud frente al otro: yo te quiero, yo quiero hacerte bien, en el amor estamos en la actitud de querer contribuir al crecimiento, al bienestar del otro, no en un sólo acto sino continuamente. Amor significa estar en esa actitud de contribuir al bien del otro, uno quiere dar, entregar: regalos, sentimientos, fuerza, tiempo, sufrir para el otro para su bienestar, para su crecimiento. En todo lo que hago, intento hacer algo que esté bien para ti. En el amor no quiero nunca hacer algo malo, quiero soportar al otro, aumentar la calidad de la vida para ti, no sólo lo que hago puede contribuir, pero puedo estar ahí con toda mi presencia, con todo mi ser, porque quiero estar ahí para ti.
Binswanger dice que “el amor está caracterizado por una especificación que se llama “cura para el otro”: el que ama siente una cura para el otro al que ama, puede ser a un niño, una pareja, amigo, pariente. El amante siempre cura, por su actitud frente al otro, pues uno quiere ser activo, compartir, contribuir al crecimiento del otro. Esta cura es en el sentido de cuidado, de protección, de asistencia, de dedicación: ser “curador” (en el sentido jurídico del término: tutelar)
San Agustín refiere “amar significa que quiero que tú seas, que tú estés en este mundo, que tú seas, que tú te sientas bien”. Amar tiene una base muy ontológica: “que tú seas” amar quiere la existencia del otro.
Para Jaspers en esto está la esencia del amor y lo hace generativo, la base del amor intenta tener un futuro, una consistencia, una permanencia para el futuro: uno que ama no quiere que se termine, quiere que siga y ésa es la base del matrimonio.
El amor tiene que ver con la libertad, sucede a uno en la relación, uno puede decidirse de entrar, buscar “encuentro” con el cual nutrimos la relación y en esta actitud claramente hay libertad, yo quiero hacerte bien, es una actitud profunda, me siento libre para hacerlo, no estoy forzado. Amar significa decisión para una persona. Decidir significa decir “sí al tú” tal como eres, digo sí a tu presencia, a tus características, tu totalidad, sin necesidad de que no haya críticas pues no es necesario acordar en todo, pero básicamente digo sí a ti, es decir sí a un ser humano tal como es y significa decir tú: porque miro en tus ojos. En el amor personal focalizamos la persona del otro, no sólo el cuerpo, como podría suceder con la atracción física, tampoco sólo ver una capacidad que el otro tiene, sino que significa poder decir sí a tu totalidad. En este decir sí, es cuando la esencia mía con la tuya se corresponden, eso es libertad.
No debe ser elegido conscientemente, se sucede, acontece a nivel esencial, significa que me toca, me descubre por una resonancia y digo “sí” o “no”. Si digo sí: vivo el amor, el cual no sucede en contra de la voluntad, pero si digo no, no entro en la relación y me voy.